viernes, 3 de noviembre de 2017

Relación con la actualidad

El Capitán Nemo viaja por los océanos del en el Nautilus, un enorme submarino eléctrico. Esta nave de ficción no es tan diferente a los submarinos actuales. El primer submarino completamente eléctrico apareció en 1884, el Peral, de la Armada Española según un proyecto de Isaac Peral. Actualmente los submarinos eléctricos funcionan en base a baterías. Según el Capitán Nemo, la electricidad es “un agente poderoso, obediente, rápido, fácil, que se conforma con todo uso y reina a bordo de mi nave”.

Tanta era la electricidad presente en la nave del Capitán Nemo, que hasta las armas usaban electrochoque. Los primeros dispositivos de este tipo comenzaron a ser desarrollados recién en 1969. En Veinte mil Leguas de Viaje Submarino, se describe a las balas de esta arma como “contenedores eléctricos” o como les llamó, “botellas de Leyden”, en las que “la electricidad es forzada a una muy alta tensión. Con el más pequeño toque se descargan, y el animal, sin importar lo fuerte que sea, cae muerto”.

También, el capitán Nemo toma una fotografía del fondo marino desde el Nautilus, hecho que 20 años después fue posible. Sucedió en 1899 gracias a Louis Boutan, pionero de la fotografía subacuática. Boutan se propuso fotografiar la vida submarina con la ayuda de su hermano: construyeron una gran cámara con un objetivo luminoso y, añadiendo algunas mejoras técnicas a este primer prototipo, obtuvo las primeras instantáneas realizadas a más de 50 metros de profundidad.

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